Thursday, May 25, 2006

ECONOMIA DE COLOMBIA EN ESOS MOMENTOS

Otro fenómeno de estos años, en cierto modo paradójico, fue el crecimiento económico. El número de muertos aumentó, pero también lo hizo el índice del producto interno bruto, a una tasa de 5% anual entre 1945 y 1955. La producción industrial creció aún más notoriamente durante el período, al) 9% anual. Hubo cierto incre­mento de las inversiones extranjeras en las manufacturas, aunque el sector industrial continuó siendo predominantemente de propie­dad colombiana. Mientras tanto la proporción de habitantes urbanos, que en 1938 había sido del 31 %, se elevó al 39% en el censo de 1951 y alcanzó el 52% en 19646. El avance de la urbanización recibió sin duda el estímulo --como se ha afirmado comúnmente- del flujo de desplazados rurales de la Violencia hacia las ciudades, pero este factor se ha exagerado.
El aumento de la urbanización fue en verdad una tendencia general en toda América Latina y obedeció tanto a la extrema pobreza y falta de oportunidades del campo como a la existen­cia de puestos de trabajo del sector manufacturero y similares dis­ponibles en las ciudades; o también, como era el caso colombiano, a la mayor seguridad que ofrecía el entorno urbano.

A comienzos de la década de 1950, durante la guerra de Corea, cuando, entre otras cosas, el precio del café alcanzó una nueva marca al superar la barrera del dólar por libra. Las políticas del gobierno colombiano, sin embargo, eran generalmente favorables al crecimiento económico, aunque no siempre lo fueran a la tranquilidad política o a la distribución equitativa de los beneficios de dicho crecimiento. El presidente Ospina Pérez, como opulento hombre de negocios edu­cado en los Estados Unidos, podía inspirar confianza a la comunidad empresarial, tanto extranjera como doméstica; y Laureano Gómez, aunque tenía menos vínculos personales con tal comunidad, no era ciertamente un peligroso izquierdista.
Gómez era además impeca­blemente ortodoxo en el manejo de las finanzas del Estado, man­tenía un estrecho control de los gastos e incluso había conseguido una ligera reducción en la deuda pública. La venta a bancos privados de las acciones que el gobierno poseía en el Banco de la República, ocurri­da en t 953, es un buen ejemplo del compromiso del régimen de res­petar y trabajar estrechamente con la empresa privada (a tiempo que mantenía a raya la agitación laboral y de izquierda). En tal clima de negocios, los inversionistas se preocuparon por la violencia rural tal vez menos de lo que se podría haber esperado.




En la política petrolera también se reflejaba un cierto ele­mento nacionalista. La concesión otorgada a la más importante de las compañías petroleras, la Tropical Oil, debía expirar en 1951. La empresa estaba preparada para negociar la renovación, pero Colombia dejó que la concesión junto con la refinería construida en Barrancabermeja para manejar su producción quedara en manos del gobierno, que procedió a crear su propia empresa pe­trolera, Ecopetrol. La Tropical Oil continuó cumpliendo un papel en la comercialización del petróleo de sus antiguos pozos, pero Colombia, como México y Argentina y antes que Venezuela, poseía ahora su propia firma petrolera, que asumiría una función directriz en la industria.

1 Comments:

At 1:26 PM, Blogger María Alejandra Tejedor Cáceres said...

Gracias por tu publicación de verdad me ha ayudado mucho, y además, termine con la observación de que en muchos países cuando en ellos existen dictaduras, violencia y opresión, termina la economía incrementandose, aunque esto solo sucede en las manos indicadas.
Gracias de nuevo.

 

Post a Comment

<< Home